Page 10 - OBRAS ESCOGIDAS DE ZHOU ENLAI Tomo II
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los oficiales y soldados del Guomindang. Si no nos encargáramos
de este asunto, ellos provocarían malestar en el ámbito social. Por
eso tenemos que responsabilizarnos del sustento no sólo de los mili-
tares, sino también de los funcionarios civiles. Hace poco tiempo,
en Shanghai se redujo el personal aplicando la política de simplificar
la administración y quedarse con menos y mejor personal, pero el
hecho suscitó revuelo en Shanghai y Nanjing, y atrajo la atención del
gobierno. Es un problema importante asegurar la subsistencia de
los cesantes. De acuerdo con su deseo, nos encargamos de todos ellos
siguiendo el principio de “distribuir entre cinco la comida de tres”.
De esta manera, el número de empleados públicos y personal docente
de todo el país pasará de los 2 millones en la actualidad a los
3.500.000. El personal civil y militar sumará un total de 9 millones.
Tan enorme aumento del personal sustentado por el Estado su-
pone una carga sobre los hombros del pueblo y constituye un asunto
serio. Sin embargo, si resolvemos el problema de la subsistencia de
estos 9 millones de personas, se favorecerán la producción y la cons-
trucción del país. Hay que decir al pueblo que se trata de una carga
de la victoria, una carga ineludible. Los varios millones de personas
de quienes nos encargamos no son inútiles, y debemos transformarlas
decididamente en una fuerza productiva. Al afirmarlo, tenemos plena
fe en ello. En la época de la Guerra de Resistencia contra el Japón,
aplicamos una política semejante, y ahora empezamos a hacer lo
mismo a escala nacional. El camarada Mao Zedong sostiene que
respecto a la participación del ejército en la producción, primero pue-
de hacerlo en el terreno de la agricultura y la artesanía, y después
en el terreno industrial y en la fabricación de armamento. Estamos
seguros de que procediendo así lograremos éxitos apreciables dentro
de dos o tres años. En la actualidad, no necesitamos 3.500.000 em-
pleados públicos y docentes, así que debemos prepararlos para que,
además de realizar sus actividades profesionales, participen también
en la producción o cursen estudios, convirtiéndose en hombres tan
aptos para nuestra labor como dotados de una correcta actitud hacia
el trabajo y de conocimientos científicos, y en trabajadores revolu-
cionarios necesarios para la Nueva China. En esta tarea deben em-
peñarse los gobiernos a todos los niveles. Ahora hay demasiados em-
pleados en las entidades gubernamentales y no es necesario mantener-
los a todos ellos en sus puestos, por lo tanto algunos podrán pasar a
trabajar en las empresas.
2. Es necesario restablecer la producción. Como el Estado so-